Morante salda su deuda con Pamplona y Rufo confirma su sitio

Morante de la Puebla y Tomás Rufo firmaron una tarde de entrega y compromiso en la Feria del Toro, abriendo ambos la Puerta Grande en una tarde en la que debutaba Álvaro Núñez con una corrida con matices.
Morante de la Puebla salió por primera vez a hombros en Pamplona. El diestro cigarrero cortó una oreja a cada uno de sus toros, dos faenas distintas unidas por un mismo hilo conductor: el valor. A su primero, un toro desclasado y sin entrega, le extrajo una faena torera, de las que solo él sabe hilvanar, cargada de sabor y detalles de gran pureza. El público, entregado al empeño del sevillano, pidió con fuerza la oreja. Otra paseó del cuarto tras una faena aún más meritoria. El astado, con peligro sordo y sin entrega, hizo que Morante pisara los terrenos de su oponente.
Tomás Rufo no se quedó atrás. Frente al tercero, un toro con clase pero justo de fuerza, brilló especialmente al natural, en una faena de corte clásico y gusto. Al sexto, más parado y falto de recorrido, le puso todo de su parte. Su disposición y una buena estocada final le valieron la segunda oreja.
Roca Rey lo intentó frente a un segundo falto de fondo y un quinto deslucido con los que se justificó.
Ficha del festejo: |
Plaza de toros de Pamplona. Quinto festejo de la Feria de San Fermín. Cartel de ‘No hay billetes’. Toros de Álvaro Núñez
Morante de la Puebla, oreja y oreja. Roca Rey, palmas y silencio. Tomás Rufo, oreja y oreja. |