Oreja para Guillermo Luna y Ruiz de Velasco con una notable novillada de Dolores Rufino en Sevilla
El novillero Julio norte dio una vuelta al ruedo
Julio Romero comenzó su actuación con un buen recibo a la verónica con bastante soltura y ganándole terreno al de Dolores Rufino. El novillo tuvo casta y posibilitó la firme actuación del de Osuna. Destacó en el toreo en redondo, poderoso y con profundidad, mientras que le costó acoplarse más por el pitón izquierdo. Cerró la faena por manoletinas. Al entrar a matar el novillo lo volteó feamente pero por fortuna se quedó en un susto. Erró con la espada, privándole del éxito.
Ortiz Montes se marchó decidido a recibir al segundo a portagayola salvando con habilidad el difícil lance. El novillo no se prestó al lucimiento con el capote, sin humillar y sin fijeza. No fue fácil tampoco en la muleta, sin excesivo poder y sin clase. El astigitano solo pudo demostrar sus ganas y dejar algún muletazo suelto en el que se pudo ver su buen concepto. En las manoletinas con las que abrochó la faena hubo un momento de pánico al quedar prendido durante muchos segundos por el pecho sin ser herido. Enterró la espada al primer encuentro.
Guillermo Luna toreó con gran gusto y temple de capote al tercero. El novillo fue encastado y tuvo clase, siendo bien aprovechado por el de Trigueros. Tras un inicio de faena de exposición con hasta dos pases cambiados por la espalda, llegó un buen toreo por ambos pitones. Muletazos de buen trazo y figura erguida buscando la estética en todo momento y mostrando su peculiar forma de concebir el toreo. Demostró también variedad en los remates. La faena mantuvo la intensidad en todo momento, pero fue la última tanda en redondo donde entró de lleno el público. Estocada casi entera y oreja.
El cuarto de Dolores Rufino no se dejó con el capote y eso truncó el lucimiento de Ruiz de Velasco. El novillo mejoró durante la lidia sacando nobleza y clase para la muleta. El burgalés realizó una labor muy torera. Destacó su gran mano izquierda, encajado en los riñones y templando. Hubo algún natural en los que paró el tiempo. Con la diestra también dejó un par de tandas de gran ligazón y ajuste. Los remates tuvieron sabor a añejo, a otros tiempos. Todo lo que hizo fue con mucho sentido y pasión. Gran estocada y oreja con petición de la segunda.
Sergio Rollón no pudo brillar con el capote ante un novillo que salió sin definirse. Durante la lidia se centró pero con más movilidad y transmisión que clase. El madrileño destacó por su toreo poderoso, de trazo largo y mucha firmeza, principalmente en redondo. Abrochó la faena con unas ceñidas bernardinas.
A la puerta de chiqueros se marchó Julio Norte para recibir al último. Recetó un vibrante recibo, ya que tras la porta gayola ligó un gran número de lances a la verónica, chicuelinas y una revolera vistosa. El novillo tuvo mucha calidad y nobleza, subiendo aún más la nota de la novillada en general. El salmantino dejó muestras de su concepto de trazo largo y valor. Cuajó al novillo por ambos pitones. Con la diestra mucha ligazón y firmeza y con la zurda naturales al ralentí de uno en uno y profundos. Entró dos veces a matar siendo volteado en las dos ocasiones privándole del trofeo. Dio la vuelta al ruedo.
Ficha del festejo: |
Plaza de toros de La Real Maestranza de Caballería. Segunda novillada de promoción. Se lidiaron novillos de Dolores Rufino, bien presentados. Destacaron tercero, cuarto y sexto, que fueron ovacionados en el arrastre. Julio Romero (Escuela Municipal de Tauromaquia de Sevilla), ovación tras aviso. Ortiz Montes (Écija, Sevilla), ovación. Guillermo Luna (Escuela Taurina Municipal de la Algaba, Sevilla), oreja tras aviso. Ruiz de Velasco (Escuela Taurina de Palencia), oreja con petición de la segunda tras aviso. Sergio Rollón, (Escuela Taurina ‘El Juli’), silencio. Julio Norte (Escuela Taurina de Salamanca), vuelta tras aviso. |