La entrega de Calerito y los naturales excelsos de Lama de Góngora en una tarde con alicientes en Sevilla

Calerito corta dos orejas y Lama de Góngora, una

Arjona / Pagés

El prólogo de la Feria de Abril tuvo muchos condimentos para degustar. El interesante encierro de Fermín Bohórquez y unos toreros con mucha disposición mantuvieron al público siempre pendiente de lo que acontecía en el ruedo. Calerito fue el que se llevó el premio gordo con dos orejas y mirando de reojo de nuevo la Puerta del Príncipe. Mientras tanto, un Lama de Góngora, que se le vio más maduro, se entretuvo en dejar el mejor toreo al natural de la tarde.

«Noticia» no le permitió lucirse a Calerito con el percal. Un tercero que se fue poco castigado en varas, aunque a diferencia de sus hermanos anteriores mostró mejores cualidades. El sevillano, que brindó a Espartaco padre, echó rodillas en tierra para dejar un inicio explosivo en el que el astado embistió con calidad. Lo citó de largo, viniéndose con alegría y humillando en cada muletazo. Se mostró muy inteligente, dándole tiempo entre serie y serie. Los naturales, de uno en uno porque por ahí le costaba más. Acabó con él con un buen espadazo que le valió para pasear una oreja.

A «Numerario», que cerraba la tarde lo saludó lances ganándole terreno. Quitó para colocarlo en el caballo con tres chicuelinas cadenciosas que abrochó con una media muy lenta. Calerito lo entendió a la perfección desde el inicio, toreándolo al natural con ligazón y temple. Aprovechó cada una de las embestidas que le regaló por ese pitón, mostrando mucha seguridad en todo lo que hacía. Se tiró a matar a por todas dejando una estocada que precisó de un descabello. Otra trofeo sumó a su esportón.

Acarició el albero con el capote Lama de Góngora en un ramillete de verónicas a cámara lenta cuando recibió a «Amistoso». El toro se pegó una fuerte voltereta en el remate, por lo que se le midió mucho en el caballo. En el último tercio denotó la falta de raza, que la puso el torero sevillano con una seria actuación. Lo sacó fuera de las rayas de picar donde cimentó la labor en la que estuvo siempre bien colocado e intentando ligar, pero su oponente, de nula transmisión y fondo, no lo ayudó en nada. Mató de una buena estocada al tercer intento.

A portagayola se fue a recibir a «Bohemio» Lama de Góngora, al que le pegó dos largas más de rodillas y otras preciosas verónicas. En los medios para armar faena a uno de Fermín Bohórquez con muchas teclas con el que estuvo muy firme y asentado. Los mejores pasajes llegaron por el pitón izquierdo. Brotaron naturales con mucha despaciosidad y buen trazo. El animal tenía mejores inicio que finales, pero el sevillano toreó muy de verdad. Enterró el acero y cortó una oreja.

«Nominado», que hizo segundo, saltó al ruedo ya buscando la querencia y tampoco se empleó en varas. Quitó Calerito con un par de chicuelinas muy templadas. Pronto se puso a torear Ruiz Muñoz, que se encontró con otro de Fermín Bohórquez de embestida irregular, al que le faltó empuje. Se vislumbró su buen concepto en una bonita personal serie, pero la faena no llegó a tomar vuelo.

«Vicario» tuvo peligro y no se lo puso nada fácil a las cuadrillas. Ruiz Muñoz prefirió abreviar ante la falta de opciones.

Ficha del festejo:
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Media entrada. Segunda de abono. Toros de Fermín Bohórquez, bien presentados y de juego desigual.
1º, desrazado; 2º, descastado; 3º, con clase y humillación; 4º, con un buen pitón izquierdo; 5º, deslucido; 6º, con clase.
Lama de Góngora (de verde botella y oro), ovación con saludos tras aviso y oreja.
Ruiz Muñoz (de verde musgo y azabache), silencio y silencio tras aviso.
Calerito (de sangre de toro y oro), oreja y oreja tras aviso.
Incidencias: Saludaron tras banderillear Juan José Domínguez y Fernando Sánchez al primero.