Damián Castaño mantiene su idilio con Dolores Aguirre en Bilbao

La primera corrida de toros de las Corridas Generales tuvo en Damián Castaño a su protagonista indiscutible. El salmantino, que ha forjado en esta plaza una relación casi simbiótica con los toros de Dolores Aguirre, cortó una oreja de ley al primero de la tarde, un toro bravo y exigente que fue premiado con la vuelta al ruedo. Castaño supo entenderlo desde el primer cite, templando con seguridad, imponiendo su pulso en las tandas por la derecha y dejando una estocada de buena ejecución. La emoción, siempre del lado del toro encastado, encontró respuesta en la firmeza del torero.

La intensidad no tuvo continuidad en el resto del festejo, aunque Castaño volvió a tirar de oficio y conocimiento frente al cuarto, al que dejó una faena templada pero sin el mismo eco por las limitaciones del animal. Salió tocado de la muñeca tras entrar a matar y se marchó a la enfermería entre aplausos. Juan Leal y Jesús Enrique Colombo, que reaparecía, completaron la terna con disposición, pero sin poder redondear ninguna faena por el escaso juego de sus lotes.