Dulce despedida de Enrique Ponce de Algeciras

Enrique Ponce se ha despedido de Algeciras por todo lo alto. El valenciano ha cortado tres orejas con el mejor lote de la tarde, en la que David Galván también paseó un trofeo. Completó la terna Alejandro Talavante, que no tuvo opciones.

Abrió la tarde un toro de Fermín Bohórquez, que estuvo justo de fuerzas aunque noble. Enrique Ponce impuso su magisterio toreándolo con mucha suavidad a un toro que fue a más. El torero valenciano le imprimió en cada muletazo un mayor temple. Por el pitón izquierdo humilló más y los naturales tuvieron más ligazón. Abrochó con la poncina y una estocada y paseó una oreja.

El cuarto, de Núñez del Cuvillo, acudió hasta en tres ocasiones al caballo. Aunque en los primeros tercios estuvo algo descoordinado, en la muleta de Ponce se entregó. Brindó el valenciano a David Galván. Pronto lo metió en la muleta cuajándolo de principio a fin con series en las que hubo templanza y largura. Mató de una estocada y cortó dos orejas.

El tercero, de Fuente Ymbro, fue un astado complicado con el que estuvo muy de verdad David Galván. Firmó un gran recibo y variado de capa. En la muleta, el gaditano tuvo mando y quietud con un toro que no le regaló nada. Poco a poco le fue bajando la mano en una faena muy meritoria. El pinchazo previo a la estocada hizo que sólo obtuviera un apéndice.

El sexto, del hierro de La Palmosilla, fue devuelto al encontrarse muy mermado. En su lugar saltó un toro de Fermín Bohórquez, que no entraba en el concurso de ganaderías. Al sobrero le faltó raza y transmisión, pero Galván lo puso todo, toreando con cadencia y estética. La espada le robó la puerta grande.

Alejandro Talavante no tuvo suerte con un tercero de El Torero sin clase ni ritmo con el que abrevió. Tampoco con un quinto cinqueño de Salvador Domecq descastado y parado.