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Octavio Chacón, solitaria oreja en Algeciras en una tarde sin espadas

Chacón y Esaú Fernández rozaron la Puerta Grande

Foto: Eva Morales

Octavio Chacón ha cortado la única oreja de una noble corrida de Miura que ha puesto el colofón a la Feria Real de Algeciras. Un premio escaso, ya que los diestros erraron con las espadas y tanto el torero gaditano como Esaú Fernández perdieron dos posibles Puertas Grandes. Miguel Ángel Pacheco dio la cara en su primera «miurada».

Octavio Chacón recibió al primero con unos buenos lances al igual que en el quite. El primer Miura pidió sitio en los primeros compases, mientras que poco a poco fue acortando la embestida. El diestro gaditano demostró mucho oficio, entendiéndolo a la perfección y firmando muletazos importantes. Mató de un gran estoconazo y cortó una oreja.

El cuarto, muy voluminoso, saltó al ruedo algo descoordinado. Chacón estuvo bien desde un el inicio a media altura y con mucha suavidad, empujándolo hacia adelante porque no estaba sobrado de fuerzas. Sin exigirle, fue prolongando los muletazos y toreando con mucha torería. El toro no cayó con la estocada y tuvo que descabellar perdiendo el premio que le hubiera abierto la puerta grande.

El segundo se defendió en el capote de Esaú Fernández. Tras el paso por el caballo, cambió su comportamiento. Se desplazó con ritmo en la muleta y humillando. El sevillano le imprimió suavidad al natural. Terminó en las cercanías, donde se mostró muy seguro. El pinchazo previo a la estocada le privó de cortar oreja.

Esaú Fernández recibió a portagayola al quinto. Un animal que tuvo movilidad y más genio que sus hermanos. El de Camas apostó por él a base de mando y firmeza. Lo cuajó por el pitón izquierdo, que fue por donde embestía con más franqueza. El triunfo volvió a perderlo por la espada.

El tercero fue buen toro de Miura que tuvo clase y emoción. A Miguel Ángel Pacheco se le notó el poco bagaje, pero poco a poco fue ganándole la pelea en una faena que fue de menos a más. Consiguió bajarle la mano, dejando muletazos con temple. En los últimos compases, el animal empezó a echar la cara arriba al final del muletazo, aunque consiguió que no le enganchara. Enterró la espada, pero precisó del uso del verduguillo por lo que no hubo premio.

Por doblones comenzó la labor del sexto Miguel Ángel Pacheco tras haber brindado al público. Se mostró muy entregado con un astado de Miura noble y con fijeza, aunque exigente. La espada volvió a ser su hándicap.

Ficha del festejo
Plaza de toros de Las Palomas de Algeciras. Última de la Feria Real. Dos tercios de entrada. Toros de Miura.
Octavio Chacón (de marino y oro), oreja y ovación.
Esaú Fernández (de marino y oro), ovación con saludos tras petición y vuelta al ruedo tras petición.
Miguel Ángel Pacheco (de verde y oro), silencio tras aviso y silencio tras aviso.