Talavante, que indulta a un gran ‘Gavilán’, a hombros con Juan Ortega en Alicante

Las emociones volvieron a desbordarse en la tercera de feria. En esta ocasión en forma de indulto. Fue en el cuarto de la tarde. Alejandro Talavante cuajaba a placer al extraordinario ‘Gavilán’, de Núñez del Cuvillo. Fue una faena repleta de inspiración, relajo y toreo al ralentí. A placer el torero extremeño con las excelsas embestidas de un toro que ya es historia de la plaza de Alicante. Al que abrió plaza, el de menos clase del envío de la divisa gaditana, le arrancó el extremeño un trofeo a base de insistir y una efectiva estocada.

Pero hubo más cosas. Como el triunfo incontestable de Juan Ortega, con dos labores preñadas de su sello y despaciosidad. El final de faena al segundo y dos tandas sobre la diestra al quinto, a cámara lenta, fueron los puntos álgidos de sendos trasteos premiados con una oreja. Gran nivel del trianero en una plaza que por la mañana había llenado de jóvenes en un precioso encuentro para fomentar el futuro de la tauromaquia.

A Marco Pérez le tocó bailar con la más fea y lo pagó caro. Un desabrido toro que hizo tercero lo cogió a final de la faena de muleta, lanzándolo al aire con mucha violencia. Muy afectado físicamente, no renunció el joven salmantino a darle muerte antes de pasar a la enfermería, de donde ya no pudo salir para lidiar al sexto.

Alicante – Feria de Hogueras. 6.035 espectadores. Toros de Núñez del Cuvillo, el 4º, de nombre ‘Gavilán’, nº 209, fue indultado. Alejandro Talavante, oreja, dos orejas y rabo simbólicos y silencio; Juan Ortega, oreja tras aviso y oreja tras aviso; Marco Pérez, oreja y herido.