Bruno Martínez: ‘Me gustaría que el día de mi debut con picadores la gente saliera ilusionada con que hay un novillero con proyección y futuro en Pamplona’

Bruno Martínez: ‘Me gustaría que el día de mi debut con picadores la gente saliera ilusionada con que hay un novillero con proyección y futuro en Pamplona’

Pamplona lo ha visto crecer entre encierros y pañuelos rojos, entre tardes de toros y sueños de gloria. Ahora, Bruno Martínez inicia una nueva etapa con la misma verdad con la que torea. Este 5 de julio, en su ciudad, a las puertas del chupinazo de San Fermín, debutará como novillero con picadores en España tras una trayectoria forjada a base de sacrificios, obstáculos superados y fronteras cruzadas.

‘Es un debut en mi tierra, en mi ciudad. Lo afronto con mucha ilusión y con muchas ganas de que salgan las cosas bien para poder triunfar’, sostiene Bruno Martínez. Para cualquier novillero o torero, la plaza de su ciudad es la más importante. ‘Para mí, es un lugar especial porque fue ahí donde empecé a ver toros y donde empecé a conocer lo que era la tauromaquia desde pequeño. Le tengo un gran cariño a la plaza de Pamplona. Quizás, no recuerdo la primera vez que fui, pero sí de las primeras veces. Cuando era pequeño, admiraba mucho al maestro Juan José Padilla, que en la plaza de Pamplona era un ídolo cuando estaba en activo. Me acuerdo de ir alguna tarde con la bandera pirata a ver a Padilla‘, rememora el novillero navarro.

El fervor con el que se viven las fiestas de San Fermín y esa pasión por el toro en Pamplona han jugado un papel importante en su decisión de querer ser torero. ‘El marco que son los sanfermines, los encierros, las corridas de toros, la novillada del día 5, si eres de Pamplona, te invita a que te llame la atención el mundo taurino. A mí, desde pequeño, me picó la vena por interesarme por las corridas de toros. No me he perdido un encierro en mi vida. Así me nació la vocación de querer ser torero’.

Aunque Bruno Martínez debuta ‘en casa’, arropado por sus paisanos, lo hace en una plaza de primera y en una de las ferias más importantes de la temporada, por lo que la exigencia será máxima. ‘Voy tranquilo porque me siento preparado y confío en mí, pero la responsabilidad es muy grande por la feria; por la importancia que tiene el día; el cartel; los compañeros; la ganadería; el que está todo el mundo pendiente ese día de la novillada de Pamplona y su repercusión’, explica el novillero.

‘No ha sido una trayectoria nada fácil porque en Pamplona nunca ha habido una escuela taurina. Para torear novilladas sin picadores, a día de hoy, es indispensable estar en una’

Hará el paseíllo junto a Aarón Palacio y El Mene. Dos de los novilleros más destacados del momento que no querrán dejarse ganar la pelea. ‘Yo tampoco me la voy a dejar ganar. Soy consciente de que voy a debutar con caballos y que mis dos compañeros llevan una gran trayectoria y han pisado casi todas las plazas de primera y muchas ferias, y sé que van a dar un gran nivel. Estoy preparado para no dejarme nada en el tintero y mi objetivo es estar dentro de poco en el lugar que ocupan ellos. Anunciarme con dos novilleros que ocupan los puestos altos del escalafón es una motivación más para no dejarme nada y estar a la altura’.

Los novillos llevarán el hierro de la tierra de Ganadería de Pincha‘No he tentado en ella, pero desde que empezábamos como becerristas en Navarra, siempre íbamos de tapias a lo de José Antonio. Me hace especial ilusión que sea con esta ganadería, porque, como quien dice, me he criado un poquito allí. Que un día tan simbólico, como es el de mi debut con picadores en Pamplona, sea con esta ganadería es también algo especial’. Sobre la novillada reseñada asegura que: ‘La vi el otro día. Volvía del campo con mi apoderado y él quería verla, así que lo acompañé. Es una novillada muy bonita, muy bien hecha y pareja. Confío mucho en ella’. 

Ahora se encuentra ultimando la preparación para el gran día. ‘Estoy toreando mucho en el campo. El sábado terminé mi carrera sin picadores en Arles. Corté una oreja y quedé como triunfador de la novillada. Esta semana he estado en el campo prácticamente todos los días. Ahora ya toca relajarse para tener la mente tranquila, mentalizándome y visualizando el triunfo de ese día’.

Querer ser torero siendo de Pamplona, aunque parezca algo hasta natural, es complejo. ‘No ha sido una trayectoria nada fácil porque en Pamplona nunca ha habido una escuela taurina. Para torear novilladas sin picadores, a día de hoy, es indispensable estar en una escuela taurina. Toreaba poquito, por lo que me fui de mi casa y lo dejé todo para irme a otra ciudad. Me fui a vivir a Huesca para estar en la escuela taurina de allí, que fue cuando realmente toreé más. El año pasado toreé veinte novilladas gracias a que me fui de mi ciudad. Ha sido una carrera un poquito lenta, al ser de Pamplona y no tener esa ayuda de una escuela taurina’, afirma Bruno Martínez. 

‘Si no me hubiera ido a México, quizás no estaría tan preparado como lo estoy ahora. Me ha hecho crecer para afrontar todo lo que viene’

Durante su etapa como novillero sin caballos, Francia ha sido uno de los feudos que ha conquistado, sumando triunfos cada tarde que ha actuado. ‘Tuve la suerte de empezar la temporada el año pasado en Arzacq y de triunfar. Luego fui a Vic Fezensac, que es una plaza de primera y en donde resulté ser el triunfador de la novillada. Gané el certamen de Arles, lo que hizo que toreara el sábado pasado allí. Francia me ha dado mucho. Su afición es diferente, exigente, pero muy justa. He aprendido mucho de ellos. Me encanta torear en Francia. En esta nueva etapa, estoy deseando poder volver a pisar las plazas de Francia‘.

Este invierno cruzó el charco para torear en Aguascalientes, además de curtirse en el campo charro. ‘Ha sido un punto de inflexión este año. Gracias al invierno que he podido echar allí en México, me sentía preparado para debutar con picadores este año, como lo hice en Aguascalientes y, ahora, en Pamplona. Si no me hubiera ido a México, quizás no estaría tan preparado como lo estoy ahora. Allí he tenido la oportunidad de tentar mucho y de estar prácticamente todas las semanas en el campo. He compartido tiempo y tentadores con las figuras del toreo. Ha sido un invierno que me ha aportado mucho tanto en mi evolución personal como profesional. Me ha hecho crecer para afrontar todo lo que viene. En la novillada picada de mi debut en Aguascalientes, pude cortar una oreja. Si no hubiera sido por el fallo con la espada, hubiera cortado más. Fue una tarde muy importante para mí’, asegura el novillero.

A quien no ha visto torear aún a Bruno Martínez, le va a sorprender su concepto, su personalidad y también su claridad de ideas. ‘Me considero un torero que busca torear bien, puro, con mucha verdad. Soy consciente de que en esta etapa muchas veces tienes que salirte del concepto, estar en novillero y entregado todas las tardes, pero dentro de mi concepto de querer torear clásico. Intento embarcar los toros, esperarlos con mucha verdad. Siempre estando en novillero, sin dejarse nada atrás para puntuar todas las tardes’. En cuanto a sus referentes: ‘Todas las figuras del toreo son referentes para mí porque es a donde quiero llegar. Es verdad que depende del concepto que te guste o que quieras interpretar, me fijo más en ciertos toreros que en otros. Todas las figuras, si lo son, es por algo, y como quiero llegar allí, en todas tengo cosas en las que fijarme’.

Para finalizar, le preguntamos sobre cómo, una vez finalizada la novillada, le gustaría que los aficionados salieran diciendo de él. ‘Quiero ser un torero reconocido, como soñamos todos, pero queda mucho camino para eso. Ese día en mi ciudad, me gustaría que la gente saliera con esperanzas de que hay un novillero con proyección y futuro y que mi gente de Navarra y Pamplona saliese ilusionado conmigo. Que quieran seguirme a partir de ese día’, concluye Bruno Martínez.

Sandra Carbonero