Manzanares, profeta en su tierra en la noche de San Juan

No se detienen las emociones en la Feria de Hogueras. Si ayer fueron en forma de indulto y doble puerta grande, hoy la tarde llevó el nombre de José María Manzanares, que reconquistó su feudo alicantino y fue sacado en volandas de su gente tras cortar cuatro orejas. Al bravo segundo de la función, Josemari le planteó faena en los medios con un vibrante inicio en el que hubo un cambio de mano que duró una eternidad. Con el enclasado segundo de su lote, Manzanares desplegó su mejor versión. Temple, empaque y ligazón en una labor a más. Con la espada, un cañón en sus dos turnos. La del quinto es sin duda la estocada de la feria.
Morante de la Puebla no defraudó a la expectación que envolvía su regreso a Alicante. Le cortó la oreja a su primero, brindado al maestro Luis Francisco Esplá, en una labor que destiló torería y detalles de una tauromaquia de otro tiempo. La manera de agarrarse al pitón del toro antes de que doblara, quedará para la memoria de todos. Lo del cuarto fue directamente un hito sin precedentes. La cuadrilla del sevillano trató por todos los medios de que el toro se devolviera, no dobló las manos y Morante salió con la espada de matar montada.
Completaba el cartel Cayetano, que se despedía de la afición alicantina. La espada lastró sus dos actuaciones. Con el bravo tercero, excepcional toro del Puerto, el diestro madrileño cuajó una labor de más a menos pero que tuvo conexión con los tendidos. Frente al sexto, una preciosidad de animal de La Ventana que además fue bueno, afloró la versión más Paquirri del pequeño de los Rivera Ordóñez. Saludó una cariñosa ovación de despedida.
Alicante – Lleno. Toros de Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto para Morante de la Puebla, oreja y ovación; José María Manzanares, dos orejas y dos orejas; Cayetano, silencio y ovación.