Borja Jiménez, en el día de la resaca morantista

Qué difícil era hacer el paseíllo hoy en La Maestranza después de la amalgama de emociones que se vivió ayer. Y más, si la terna pone sus ilusiones en una corrida Jandilla que resultó deslucida y sin raza en líneas generales. El sopor y la desidia acechaban en los tendidos hasta que empezó a caer la noche y salió el sexto. El último cartucho salvó in extremis el festejo con un entregado Borja Jiménez que le cortó las dos orejas.
‘Jugarreta’, que cerraba plaza, también demostró ese puntito de falta de raza en el capote de Borja Jiménez, aunque a diferencia de sus hermanos sí tuvo mayor celo. El sevillano se impuso desde la primera tanda, tras la que se arrancó por primera vez la música. Bajo los sones de ‘Juncal’ fue ligando series con cadencia y alargando los muletazos. Al natural, le bajó más la mano, dibujando algunos de mucha calidad cuando el toro se vino a menos ya. Abrochó con otra con la diestra muy templada y en redondo antes de irse a por la espada. Enterró la espada y paseó las dos orejas ante el clamor de los aficionados.
‘Ilusionista’, que hizo tercero, llamó la atención por su pelaje albahío, que no por sus cualidades. Borja Jiménez comenzó por bajo para someter la deslucida embestida del astado. Hizo un esfuerzo en el que demostró oficio, pero el toro pasaba protestando y sin transmitir nada.
La tarde empezó con la apuesta de Sebastián Castella de irse a la puerta de chiqueros a esperar ‘Vandálico’, que metió bien la cara en los lances de recibo, pero manseó en el peto. Muy exigente fue el inicio por doblones, algo quebrantó un poco al de Jandilla. El torero francés lo intentó por ambos pitones, pero la faena no terminó de coger vuelo por la falta de fondo.
‘Vaporoso’ fue otro deslucido, que ya había dejado patente en los primeros tercios del genio que poseía. Castella estuvo muy asentado con un animal nada fácil al que quiso taparle los defectos. Expuso mucho en una labor larga, jugándose continuamente la cornada.
Con un ramillete de verónicas de buen corte saludó José María Manzanares a ‘Secretario’. Un toro que desarrolló peligro y ya lo advirtió en las chicuelinas del quite de Borja Jiménez. El alicantino estuvo firme, aguantando miradas y la informalidad del animal. Optó por abreviar. Mató de una estocada.
Con el quinto, Manzanares no tuvo ni una sola opción. ‘Jardinero’, que ya acusó la falta de celo desde que salió, no tuvo ni un muletazo. Lo provocó con toques bruscos, pero el de Jandilla estaba amarrado al piso.
Ficha del festejo: |
Plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Séptima de abono. Feria de Abril. Más de tres cuartos de entrada Toros de Jandilla-Vegahermosa, desiguales de presentación y de nulo juego, a excepción de sexto. 1º, mansito; 2º, complicado y con peligro; 3º, deslucido; 4º, deslucido y con genio; 5º, desrazado y descastado; 6º, noble con fijeza.
Sebastián Castella (de tabaco y oro), silencio y silencio. José María Manzanares (de marino y oro), silencio y silencio. Borja Jiménez (de grana y oro), silencio y dos orejas. Incidencias: José Chacón y Alberto Zayas saludó tras banderillear al primero. |