Carlos Tirado, que sorprende y cautiva, se alza como triunfador del Circuito de Andalucía

La Maestranza acogió este domingo la final del Circuito de Novilladas de Andalucía. Un certamen en el que este año ha habido un alto nivel por parte de los novilleros. Carlos Tirado, con apenas cinco novilladas a sus espaldas, se ha proclamado triunfador de esta edición. El onubense incluso acarició la Puerta del Príncipe, ya que pudo desorejar al mejor ejemplar de José Luis Pereda. Es un novillero a tener en cuenta que posee mucha seguridad y temple. Tampoco hay que dejar de anotar los nombres de Cid de María y Martín Morilla. El primero, por su entrega y su verdad, y el segundo, por su personalidad.
‘Desmamado’ marcó la querencia desde el principio y no quiso pelea con el caballo. Planteó muchos problemas en el tercio de banderillas, donde Raúl Francisco Martín fue cogido feamente. Hizo un esfuerzo y colocó con mucha valentía el tercer par, tras cual recibió una gran ovación. Carlos Tirado estuvo muy firme, siempre bien colocado y resolutivo frente a un oponente sin entrega, ni clase, que se salía del muletazo. El onubense instrumentó muletazos meritorios por ambas manos. Mató de estocada y descabello y cortó una oreja.
El sexto, ‘Pantierno’, fue el mejor del encierro de José Luis Pereda por su emoción y clase, aunque manseó también en el peto. Cid de María dejó un importante quite por saltilleras y gaoneras. Carlos Tirado brindó a su madre la actuación que determinó su triunfo. El onubense le tomó la distancia y el pulso desde el primer instante. El novillo se arrancaba desde lejos con prontitud a las telas, ligando los derechazos. Al natural lo toreó con más cadencia y largura. Enterró la espada, pero el animal se resistió en pie, algo que no fue óbice para cortar una oreja con fuerte petición de la segunda.
‘Alpargatero’, que abrió la tarde, pasó sin entrega en los buenos lances de recibo de Cid de María. Quitó por gaoneras y una revolera con mucha suavidad, mientras que Martín Morilla intervino por chicuelinas. Brindó su primer novillo en Sevilla al respetable, un animal noble, pero sosito y con mejores inicios que finales, sobre todo por el pitón izquierdo. El de Yunquera de Henares estuvo muy asentado y haciéndole las cosas muy bien e imprimiendo temple. Con el novillo venido a menos, se metió entre los pitones para abrochar con circulares.
‘Ventoso’, que hizo cuarto, no le dio opciones de triunfo a Cid de María, que volvió a mostrar su oficio con un manso que nunca quiso pelea. Aunque apretó en el primer encuentro con el picador, huyó buscando la puerta de chiqueros. Durante el quite, empitonó al novillero por la espalda sin consecuencias. En la muleta, lo sujetó en la primera tanda y aprovechó las inercias para torearlo en redondo en la siguiente. A partir de ahí, el de José Luis Pereda se puso imposible, terminando en los tendidos de sol.
‘Hurón’ se pegó una voltereta de salida, por lo que fue medido en el caballo. Martín Morilla dejó entrever su buen concepto en los delantales con los que quitó. Sacó hacia los medios al de Pereda, que tuvo movilidad, pero fue algo informal. Intentó buscar la ligazón al natural, pero a mitad del muletazo salía desentendido. Por el derecho, le costaba más e iba con la cara a media altura. Resultó volteado a la hora de entrar a matar sin consecuencias.
Con un ramillete de verónicas recibió Martín Morilla a ‘Noble’, que fue el de mayor calidad del encierro. Quitó por chicuelinas y Tirado hizo lo propio por delantales. Inició genuflexo con ayudados por alto en una labor que cimentó cerca de las rayas de picar. El de utrero tuvo clase y transmisión, aunque le faltó raza, virtudes que el sevillano aprovechó en una faena larga. Dibujó series con ambas manos en las que hubo expresión y temple. Los naturales, mayor hondura. Cerró por manoletinas. La estocada cayó atravesada y tuvo que descabellar, perdiendo un posible trofeo.
Ficha del festejo: |
Plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Decimoctava de abono. Final del Circuito de Novillas de Andalucía. Media entrada. Novillos de José Luis Pereda, desiguales de presentación y juego.
Cid de María (de azul y oro), silencio tras aviso y silencio. Martín Morilla (de lila y oro), silencio y vuelta tras aviso. Carlos Tirado (de verde y oro), oreja y oreja con petición de la segunda tras aviso. |