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El temple de Julio Méndez, que corta una oreja, y la personalidad de Pedro Rufo destacan en la segunda semifinal del Kilómetro Cero

Jairo López dio una vuelta al ruedo

El novillero de la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz, Julio Méndez, ha paseado el único trofeo de la segunda semifinal del Certamen Kilómetro Cero tras una seria actuación. También dieron sendas vueltas al ruedo Jairo López y Pedro Rufo, que sorprendió en su debut de luces por su personalidad.

Jesús Yglesias salió a por todas, yéndose a recibir al primero de Hermanas Ortega a portagayola a la que le siguieron otra larga y un ramillete de verónicas. Julio Méndez quitó por chicuelinas ajustadas y templadas a las que respondió el de la Escuela de Salamanca por gaoneras. De nuevo, con las rodillas en tierra fue la primera tanda de la muleta. Con firmeza basó la faena al natural, pitón por el que animal se desplazaba más y con mayor ritmo. Cerró con manoletinas de rodillas en un derroche de ganas. Tras un pinchazo hondo, dejó una estoca y, aunque hubo petición de oreja, no fue concedida.

Julio Méndez saludó al segundo por verónicas cadenciosas ganándole terreno hacia los medios. El mismo temple tuvieron los delantales con los que quitó, después de que Sergio Rollón lo hiciera por gaoneras. En el centro del platillo de rodillas inició con intensidad la faena. El cacereño dibujó las siguientes series con la diestra con mucha torería y ligazón, mientras que el de Ginés Bartolomé mostró mucha clase por ese lado. Al natural, lo midió y consiguió atemperar la embestida con genio del novillo. En el epílogo en la cercanía fue prendido, pero rápidamente volvió a la cara del animal sin mirarse, demostrando tener mucha raza para recetar una rotunda serie. La espada cayó delantera y tardó en caer, teniendo una muerte de bravo. Cortó la primera oreja del Certamen.

Sergio Rollón lanceó con temple al tercero en el recibo. Jairo López dejó un alegre quite por lopecinas al que el de la Escuela de «El Juli» replicó de nuevo por verónicas. El de Ginés Bartolomé no tuvo nada que ver con su hermano anterior. El novillero le buscó las vueltas para estructurarle una faena a un novillo irregular. Hizo un gran esfuerzo, intentando extraer muletazos con limpieza y ligar. Abrochó con unas bonitas manoletinas con el compás abierto.

A la puerta de chiqueros se fue Jairo López para recibir al de Hermanas Ortega. Prosiguió con varias largas más en el tercio, terminó ligando por verónicas. El novillo perdió las manos en le quite del mexicano por gaoneras. El novillero calentó los tendidos con un vibrante tercio de banderillas. Lo mimó en un inició por alto con suavidad, ya que no estaba sobrado de fuerza. Aunque su colocación y la estética que imprimía eran las correctas, le faltó la emoción necesaria a su oponente para que su labor terminara de calar. En el último tramo de la faena se metió entre los pitones con una entrega máxima que le caracterizó toda la tarde. Cerró por bernardinas y una estocada tendida.

Rafael de la Cueva saludó con buenos lances al quinto. Pedro Rufo dejó como carta de presentación un gran quite por chicuelinas, al que replicó con variedad con el capote. El último de Hermanas Ortega tampoco ayudó al venezolano, quedándose parado en mitad del muletazo y perdiendo las manos. El de la Escuela de «Yiyo» no volvió nunca la cara, resolviendo todas complicaciones que le presentó el animal.

La cita de hoy sirvió como debut de luces de Pedro Rufo, que dibujó bonitos lances en el recibo. Brindó a su hermano, el matador de toros Tomás Rufo, para irse a sacar a los medios con torería al de Ginés Bartolomé, que tomaba la muleta con bravura. El toledano toreó con mucho gusto y asentado. Lo cuajó por ambos pitones con muletazos de bello trazo. La espada le privó de pasear trofeos.


Palacio de Vistalegre de Madrid. Segunda semifinal del Certamen Kilómetro Cero. Novillos de Hermanas Ortega (1º, 4º y 5º) y Ginés Bartolomé (2º, 3º y 6º), desiguales de presentación y juego. Destacaron el segundo y el quinto por su bravura.

Jesús Yglesias de la Escuela Taurina de Salamanca (de blanco roto y oro), vuelta tras petición.

Julio Méndez de la Escuela de la Diputación de Badajoz (de grana y oro), oreja.

Sergio Rollón de la Escuela de El Juli (de grana y oro), ovación con saludos.

Jairo López de la Escuela Taurina de Anchuelo (de marino y oro), vuelta al ruedo.

Rafael de la Cueva de la Escuela Taurina Yiyo (de sangre de toro y oro), ovación con saludos.

Pedro Rufo de la Escuela Taurina de Toledo (de celeste y oro), vuelta al ruedo.