Importante tarde de Emilio de Justo con un Cid en su mejor momento

El extremeño le corta una oreja a cada uno de su lote, mientras que el sevillano pasea una de un toro de vuelta al ruedo

La Maestranza se llenó en una tarde con carácter más torista por la presencia del hierro de La Quinta. Una ganadería que repite por segundo año consecutivo y que echó por delante en la corrida un gran toro premiado con la vuelta al ruedo. Algo que reabrió la herida del error cometido hace una semana con «Tabarro», de Santiago Domecq. «Dorado», el protagonista de esta ocasión, cayó en manos de El Cid, que cinceló una faena notoria, que de haber rubricado bien hubiera cortado dos orejas. Por su parte, Emilio de Justo volvió a ofrecer una importante tarde en Sevilla, una de las plazas que se está convirtiendo en una de sus predilectas.

«Palomito» no le permitió lucirse de capa a Emilio de Justo y ya se atisbaba la falta de fuerza. Genuflexo inició la faena para ir abriéndole los caminos hasta sacarlo fuera de las rayas de picar. Hizo sonar la música en una primera serie de derechazos, toreando con relajo. El de La Quinta tuvo emoción, aunque también muchas teclas, pero lo supo entender desde el principio. Por ese pitón cimentó la labor, terminando de torear en redondo. Dejó una estocada un poco desprendida, pero fulminante y paseó una oreja.

Otro premio obtuvo de «Bienvenido», al que recibió con una larga de rodillas. Tuvo el bonito gesto de brindarle a su compañero Manuel Jesús «El Cid». Este sexto fue muy deslucido. Nunca fue metido en las telas, pasaba pegando un gañafón al final del muletazo y, en ocasiones, metiéndose por dentro. A base de técnica y mando, Emilio de Justo logró dos tandas de derechazos meritorias a mitad de faena en las que hizo que humillara. Al natural, tragó mucho. Una obra de mucha intensidad que culminó con una oreja.

El Cid recibió a «Dorado», que abrió plaza, con unas verónicas muy suaves ganándole terreno. Con esa misma templanza lo colocó en el peto, donde no se empleó. Luque, sin dejar pasar ni una oportunidad, quitó por el palo tradicional. El de Salteras vio la buena condición del animal y pronto se puso a torear por el pitón derecho a media altura. Tomó la muleta con ritmo y emoción en la segunda. Su buena mano izquierda se hizo presente en dos series de naturales en redondo, con largura y temple. Volvió a la diestra, firmando las dos tandas más rotundas por bajo, que terminó de reventar todo. La espada cayó traserita, por lo que el presidente sólo le concedió una oreja, pese a la petición, mientras que «Dorado» fue premiado con la vuelta al ruedo.

Volvió a imprimir el mismo temple El Cid a «Jilguerito» en los lances recibo. Con mucha torería lo puso en el caballo. El de La Quinta llegó al último tercio con poco celo, por lo que lo tomó en corto, cruzándose al pitón contrario y exponiendo mucho. Por el izquierdo los buscaba y reponía pronto. Con el toro más paradito, acabó metiéndose entre los pitones. Concluyó con pinchazo, media y dos descabellos.

Ibicenco», que hizo segundo, estuvo justito de fuerzas, por lo que fue muy medido en el caballo. Daniel Luque dejó lances de recibo con mucho gusto. En el último tercio, lo mimó desde las probaturas, intentando que rompiera. El sevillano hizo un gran esfuerzo con un animal que no transmitía en los tendidos. Plasmó varios naturales de nota. Mató de una estocada.

Tampoco le dio muchas opciones de triunfo «Ligero», al que brindó a Álvaro Martínez Conrandi, ganadero de La Quinta. Luque empezó dándole todas las facilidades al astado, sin apretarle a media altura. Se mostró muy seguro y asentado, sin perder ni un paso y haciéndolo embestir hacia adelante. Hubo muletazos de buen trazo, pero la falta de poder hizo que faltara continuidad. La batalla la ganó de sobra y el toro lo supo, hasta el punto que llegó a echarse. No cabe duda que ha sido una gran Feria para el torero de Gerena, ya no porque sea el triunfador numérico hasta el momento, sino por la dimensión de figura que ha dado.

Ficha del festejo:
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Duodécima de abono. Feria de Abril. Lleno. Toros de La Quinta, bien presentados, pero desiguales de juego. El primero fue premiado con la vuelta al ruedo. 1º, noble y encastado; 2º, justo de fuerzas y sin trasmisión; 3º, noble; 4º, sin fondo; 5º, descastado; 6º, deslucido.
El Cid (de marino y oro), oreja y ovación con saludos.
Daniel Luque (de vino tinto y azabache), ovación con saludos y ovación con saludos.
Emilio de Justo (de catafalco y oro), oreja y oreja tras aviso.
Incidencias: Saludaron en banderillas Iván García y Jesús Arruga en al segundo; Lipi y Juan Antonio Maguilla, en el cuarto; y El Algabeño, en el sexto.