La verdad de Román y el pellizco de Curro Díaz en una tarde que llevaba el nombre de La Quinta

La verdad de Román y el pellizco de Curro Díaz en una tarde que llevaba el nombre de La Quinta
Foto: Arjona / Pagés

En España volvió la luz tras el apagón de este lunes, pero en La Maestranza se mantuvo la tiniebla por el poquísimo juego que dio la corrida de Fermín Bohórquez. El geniudo y con movilidad tercero al que la verdad de Román se impuso no salvó la tarde, como tampoco lo hicieron los detalles de toreo caro de Curro Díaz. Una corrida que debió ser de La Quinta, pero que las desavenencias entre los ganaderos y la empresa hicieron que se cambiara el hierro anunciado y no sabemos si también el sino de la tarde.

‘Pensador’, un toro altote y pesador en la romana, echó las manos por delante en los lances de recibo de Román. El de Fermín Bohórquez tuvo más genio que clase y humillación, a la par de emoción y fijeza. El valenciano estuvo muy firme desde el inicio, tragándole mucho en cada serie y aguantando gañafones constantes. La conexión con el público mantuvo una intensidad alta porque era notorio el peligro del toro y el valor seco del torero. Abrochó con unas bernadinas de vértigo. Dejó una estocada que precisó del uso del verduguillo y paseó una oreja.

A portagayola se fue a esperar al sexto fruto de la ambición que posee Román en busca de la Puerta del Príncipe y que ‘Andaluz’ se la cerró en banda. Hizo un esfuerzo imponiendo la técnica y exponiendo mucho, pero la tarde era imposible de remontar.

Curro Díaz era un torero muy reclamado por los aficionados sevillanos estas últimas temporadas. Siete años hacía que no pisaba La Maestranza y lo hizo recibiendo a ‘Bullidor’ con unas verónicas de bella estampa. Fue cuidado en el peto, porque andaba justo de fuerzas. El mismo mimo que el jienense tuvo con él, conduciéndolo a media altura en los primeros compases. Poco a poco fue exigiéndole por bajo con muletazos muy templados. Apostó por torear en los terrenos del animal cuando se vino abajo, hasta que le echó mano de fea manera mientras toreaba al natural. Mató de un buen espadazo.

Dos verónicas solo, de nuevo con empaque, le permitió dar ‘Nítido’ a Curro Díaz. Un toro que llegó muy apagado al último tercio y con el que el torero de Linares trazó la línea del buen momento en el que está. Se puso a torear pronto al natural con despaciosidad. Firmó un ramillete de ellos con mucho sabor. De los que se te quedan en la memoria, al igual que el recibo al primero. Poco más le permitió hacer el astado, pero nos dejó con ganas de más. La estocada, muy certera.

‘Capiroto’ pasó sin entrega en el capote de Rubén Pinar y marcó ya la querencia en la suerte de varas. El albaceteño mostró disposición y oficio, pero su oponente no quería batalla por la falta de raza.

Se volvió a estrellar con un quinto que rehusó la pelea. Pinar le buscó las vueltas para intentar levantar la faena, pero ‘Mosquetero’ las pocas embestidas que le regaló, fue andando, sin vida. Recetó otra buena estocada.

 

Ficha del festejo:
Plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Cuarta de abono. Feria de Abril. Un cuarto de entrada. Toros de Fermín Bohórquez, desiguales de presentación y juego. 1º, desrazado; 2º, rajado; 3º, con genio y fijeza; 4º, sin fondo; 5º, parado, sin casta ni raza; 6º, deslucido.

Curro Díaz (de verde esmeralda y oro), ovación con saludos y ovación con saludos.

Rubén Pinar (de grana y oro), ovación con saludos y ovación con saludos.

Román (de azafata y oro), oreja y silencio.

 

Sandra Carbonero