Los retazos de toreo caro de Juan Ortega y el valor de Roca Rey en el descafeinado final de la Feria de Olivenza
El sevillano y el peruano cortaron un trofeo cada uno
Después de los ocho novillos de la matinal, los aficionados seguían queriendo ver toros. La plaza de Olivenza volvió a poblar sus tendidos para ver otro “cartelazo” muy apetecible, pero a la postre fue el único en el que ningún torero salió en hombros. El encierro de García Jiménez al que le faltó raza fundamentalmente condicionó el triunfo de la terna. No obstante, mirando la cara de la moneda, se vivieron momentos con detalles del toreo de Juan Ortega y el valor innato de Roca Rey.
«Napolitano», un precioso segundo, fue devuelto al romperse el pitón al rematar en el burladero. En su lugar saltó al ruedo «Ilustrado», de La Ventana del Puerto, al que Juan Ortega le instrumentó verónicas armónicas. El sobrero apretó en el caballo, donde fue castigado fuerte, pese a no estar sobrado de fuerza. El quite por delantales tuvo mucho sabor como el inicio para sacarlo a los medios. El animal nunca embistió con entrega, pero el sevillano fue constituyendo una labor meritoria en la que hubo naturales de uno en uno con temple. Por el pitón derecho quiso echarle mano en más de una ocasión. Lo mejor, los molinetes barrocos con los que abrochó, enroscándoselo al cuerpo. Tras la estocada paseó su primera oreja en Olivenza.
Ortega le rectó varias verónicas gustándose a «Esaborío», que hizo quinto. El sevillano dibujó un quite con cuatro cordobinas sublimes que remató con una media a cámara lenta. Bonito fue también el inicio por alto para llevárselo fuera del tercio. Fue una faena de detalles porque el de García Jiménez pronto rehuyó hacia tablas tras una serie de mando y despaciosidad. En esos terrenos firmó otra de bello trazo, jugándose la cogida. Mató de un pinchazo y estocada y fue ovacionado.
A revienta calderas salió Roca Rey en su primero, sacándolo por el palo tradicional hasta los medios donde ejecutó ajustadas chicuelinas. Aún más lo fueron las del quite que combinó con saltilleras. Brindó a su amigo Cochicho. El prólogo de la faena puso al público en pie. Echo rodillas en tierra y se pasó por la espalda a milímetros al toro en repetidas ocasiones. Prosiguió con la diestra con dos series de muletazos profundos en las que el de García Jiménez mostró clase y una gran fijeza, embistiendo por bajo. Por el izquierdo tenía mejores principios que finales. Le tragó mucho en el cierre por circulares invertidos con el toro acariciándole con el hocico la taleguilla. Precisó de dos golpes de verduguillo tras la estocada y cortó una oreja.
«Herrero», el astado de mayor volumen de la tarde, cerró el festejo al que recibió por verónicas Roca Rey. Fue en dos ocasiones al encuentro con el caballo porque en el primero casi derribó al picador sin que pudiera ejecutar la suerte. En el centro del platillo estructuró el peruano la faena con un oponente con recorrido, que acudía al cite de largo, pero algo informal en la embestida. Poco a poco se fue apagando y la labor tomó menos transcendencia, volviendo a pegarse otro arrimón. Lo sentenció con una estocada tendida y fue ovacionado.
Morante dejó un par de verónicas de buen trazo y una media «marca de la casa» en el saludo al primero del hierro de Olga Jiménez. «Discreído» fue medido en el castigo porque se atisbaba su corta durabilidad. Cuando el de La Puebla cogió la muleta, se hizo un silencio especial en Olivenza. Expectación que correspondió con algunos detalles muy toreros. Acabó con él con media estocada efectiva.
Con un ramillete de verónicas cadenciosas recibió Morante al cuarto. No andaba sobrado de fuerzas, ni tenía condición para durar en la muleta. Con mucho gusto empezó a dos manos junto a tablas en un inicio que dios esperanzas. Todo cambió tras series en las hubo ligazón. Ante la falta de raza del animal optó por abreviar.
Ficha del festejo: |
Plaza de toros de Olivenza (Badajoz). Última de la feria. Lleno. Toros de Hnos. García Jiménez y Olga Jiménez, el 2º bis de La Ventana del Puerto, bien presentados y faltos raza en líneas generales. Morante de la Puebla (de catafalco y plata), ovación y silencio. Juan Ortega (de celeste y oro), oreja y ovación con saludos Roca Rey (de caña y oro con cabos negros), orea con petición de la segunda y ovación con saludos. Incidencias: Saludó tras banderillear al tercero Antonio Manuel Punta. |
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