Mariscal Ruiz, a corazón abierto, se alza como triunfador del Circuito de Novilladas de Andalucía

El poco juego de los novillos de Fermín Bohórquez condicionó la gran final

Mariscal Ruiz ha dado argumentos suficientes para convertirse en el ganador del Circuito de Novilladas de Andalucía con dos novillos muy diferentes. El primero, el único potable del deslucido encierro de Fermín Bohórquez, con el que dejó ver su buen concepto, mientras que con el complicado sexto dio una lección de valor y entrega. Aunque en esta tarde sólo se valora lo acontecido en la gran final celebrada en la Maestranza de Sevilla, cabe recordar que debutó con picadores en Aracena en su primera clasificatoria del certamen y que su evolución es constante y notoria. Al novillero sevillano se le augura un gran futuro.

Mariscal Ruiz saludó a «Tinajero» con lances ganándole terreno hacia los medios. A diferencia de sus hermanos anteriores, se empleó en el peto. El Mella intervino en quites por saltilleras a los que respondió el sevillano con unas chicuelinas ajustadas. Puso banderillas con gran solvencia. Comenzó por estatuarios frente a la Puerta del Príncipe a los que acudió su oponente con prontitud. Le dio distancia para conducir la embestida por bajo y con suavidad en los primeros compases. Dibujó series en las que hubo ligazón, imprimiendo temple y toreando acompañándolo con la cintura. El utrero tuvo calidad, aunque se fue apagando. Enterró el acero y paseó una oreja.

Con la moneda de cara hacia él cuando se disponía a salir el sexto, Mariscal Ruiz se fue a la puerta de chiqueros a esperar a «Garrafero», donde casi es arrollado. Volvió a coger los palos para clavar con pulcritud. Tuvo el bonito gesto de brindarle a sus compañeros de cartel. Este sexto tampoco embistió con entrega ni clase, aunque el sevillano estuvo siempre bien colocado. En uno de los derrotes, le rompió la taleguilla. El animal fue a peor, saliendo desentendido y viéndose completamente podido frente al valor seco de Mariscal Ruiz. En el epílogo de la faena mientras toreaba por manoletinas, fue volteado de nuevo. Con el palizón en el cuerpo, se tiró a por todas a matar dejando una estocada tras un pinchazo previo.

«Solista», con el que hizo su presentación con picadores Javier Zulueta en Sevilla, perdió las manos de salida por lo que el público lo protestó mucho. Quitó Mariscal Ruiz por gaoneras. Le brindó a su hermana, Rocío Zulueta, alguacililla de la Maestranza. El inválido del hierro de Fermín Bohórquez llegó muy parado al último tercio, sin darle ninguna opción de triunfo, pese a la disposición del sevillano, por lo que tuvo que abreviar.

Al quinto, «Impostor», le recetó Zulueta verónicas de bello trazo y con mucho temple. Brindó al público a sabiendas de que no tenía frente a él a un oponente fácil. Se mostró muy seguro, toreando para el novillo en las primeras series para intentar que se viniera arriba. Le echó siempre los vuelos de la muleta con mucha suavidad y pureza, basando la labor al natural. El mayor hándicap con el que se encontró fue la falta de transmisión para que terminara de cuajar una faena en la que hubo mucha torería.

Sergio Domínguez «El Mella», que se presentaba en Sevilla, salió a por todas recibiendo a «Clavelito» con una especie de serpentina cambiándose el capote de mano para continuar genuflexo. El de Fermín Bohórquez ya atisbó que estaba justito de fuerzas. Colocó galleando al novillo en el caballo, donde fue muy medido. El novillero extremeño comenzó por alto con mucho mimo. Le planteó la faena entre las rayas de picar para intentar que rompiera hacia adelante un novillo noble, pero al que le faltó casta y emoción. Pronto acortó el recorrido y se quedó muy parado por lo que se metió en las cercanías. Cerró con unas bernadinas ajustadas. Mató de una estocada algo tendida por lo que tuvo que hacer uso del verduguillo.

Le quedaba un último cartucho así que El Mella se fue a portagayola a recibir a «Selectivo» al que le instrumentó seis larga cambiadas de rodillas. Zulueta firmó el quite por delantales. Brindó a El Litri, padrino este año del Circuito. Comenzó junto a tablas genuflexo en el que metió bien la cara. Le tomó el pulso desde con rapidez haciendo sonar la música en una primera serie con la diestra en redondo. Tiró de la raza que le caracteriza porque con un novillo que siempre sabía lo que se dejaba atrás. Por el pitón izquierdo tuvo menos clase, pero el de Barcarrota intentó limpiar los naturales. Abrochó por manoletinas, pero esta vez los aceros no estuvieron de su parte.

Ficha del festejo:
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Decimoséptima de abono. Final del Circuito de Novilladas de Andalucía. Tres cuartos de entrada. Novillos de Fermín Bohórquez, bien presentados pero escasos de juego a excepción del tercero.
Sergio Domínguez «El Mella» (de rosa y oro), ovación tras aviso y ovación tras aviso.
Javier Zulueta (de rosa palo y oro), ovación y ovación tras aviso.
Mariscal Ruiz (de blanco y plata), oreja y ovación.