Rafaelillo y Juan de Castilla, oreja por coleta con una interesante corrida de José Escolar
El torero colombiano perdió la Puerta Grande con la espada, al igual que Gómez del Pilar se quedó sin trofeo en el quinto
Los toros de José Escolar han propiciado una entretenida tarde en Pamplona. No hubo tiempo para el aburrimiento gracias a la casta y al peligro que desarrollaron algunos de ellos. Rafaelillo y Juan de Castilla cortaron los dos únicos trofeos, aunque el colombiano rozó la Puerta Grande con el astado más destacado del encierro. Gómez del Pilar se impuso al quinto a base de autoridad, pero la espada no estuvo de su parte.
Poderoso el saludo de Rafaelillo a «Coralero», que abrió plaza, fajándose con el por bajo en donde humilló. El imponente cárdeno claro empujó en el primer encuentro en el caballo. Gómez del Pilar dejó como carta de presentación en su debut en Pamplona un quite por chicuelinas, El de José Escolar llegó más apagado al último tercio. El torero murciano le planteó las telas por bajo, ya que a media altura no quería nada. Por el pitón izquierdo midió más al torero, entrando andando en la muleta. El toro se puso cada vez más complicado, buscando el cuerpo de Rafaelillo, que supo poderle. Le pegó un estoconazo que lo dejó sin puntilla y paseó una oreja.
El cuarto, «Chupetero», muy astifino y abierto de cornamenta, se quedó cortó en el percal del Rafaelillo. Fue muy mal picado. Poco pudo hacer el murciano con un toro aplomado al que intentó provocarle la embestida. La espada cayó baja.
«Curioso» saltó al ruedo barbeando las tablas y al que Gómez del Pilar saludó a la verónica. Este segundo se dejó pegar en el caballo, pasando sin brillo. Entró en escena el otro debutante, Juan de Castilla, que quitó por gaoneras con mucha emoción. El diestro madrileño lo sacó para fuera de las rayas de picar por bajo. El animal le duró dos series con la mano diestra. El toro pasaba a media altura y salía desentendido de las telas. Cuando se puso por el pitón izquierdo, le tiró un feo gañafón. Acabó con él de una estocada algo desprendida.
«Toledano», amplio de cornamenta, salió midiendo y sin humillar. El banderillero Víctor del Pozo sufrió un susto al ser prendido tras la salida del par de banderillas en la que recibió un varetazo en glúteo. Gómez del Pilar se encontró con otro oponente nada fácil al que le robó buenos naturales pese a la nula clase. La solvencia del madrileño y la experiencia con este encaste hizo que fuera construyendo una labor en la que hubo muletazos meritorios. Entrega absoluta del diestro, que abrochó por manoletinas ajustadísimas. Emborronó la labor con los aceros, perdiendo un posible trofeo.
Juan de Castilla dejó un ramillete de verónicas a «Escribano», que hizo tercero y recibió dos puyazos bajos. Se fue a los medios y de hinojos lo toreó en redondo en un inicio de los que gustan mucho en esta plaza. A diferencia de sus hermanos, el de Escolar humilló y tuvo recorrido. El colombiano lo entendió desde el principio, imprimiendo suavidad y profundidad en los derechazos. Al natural fue menos claro, por lo que volvió con la diestra para rematar antes de concluir con una ultima tanda con la rodilla en tierra. Mató de una estocada y paseó su primera oreja en Pamplona.
A portagayola se fue Juan de Castilla a recibir a «Palomito», un toro muy serio y corniveleto, que humilló en caballo también donde se le dejó crudo. Le exigió al colombiano que le tomó pronto el pulso al natural, llevándolo largo, pese a que reponía pronto. En ningún momento rehusó la pelea, siempre bien colocado y metido entre los pitones. Lo metió en el canasto con la diestra, por donde firmó una serie con mas rotundidad y ligazón. Se esfumó el triunfo con la espada.
Ficha del festejo: |
Plaza de toros de Pamplona. Noveno festejo de la Feria de San Fermín. Lleno Toros de José Escolar, bien presentados, pero de poco juego. 1º, complicado y con peligro; 2º, noble, pero falto de fondo y entrega; 3º, con humillación y recorrido; 4º, costoso, sin clase ni recorrido; 5º, complicado; 6º, encastado. Rafaelillo (de catafalco y oro), oreja y silencio. Gómez del Pilar (de gris perla y oro con cabos azabache), ovación con saludos y silencio tras dos avisos. Juan de Castilla (de blanco y oro), oreja y silencio. |