Seriedad y entrega de Tomás Rufo en Madrid

El torero de Pepino corta una oreja tras una intensa y templada faena al tercero de Victoriano del Río

Tomás Rufo ha vuelto a reivindicar su puesto como torero de Madrid. Ha cortado una oreja importante tras una faena en la que hubo entrega, valor y temple y en la que se jugó la cornada. El otro nombre de la tarde fue el de José María Manzanares, que firmó con su primero una de sus mejores actuaciones en mucho tiempo. Por su parte, Sebastián Castella se encontró con el lote de menos opciones de un encierro de Victoriano del Río interesante, especialmente en la suerte de varas.

«Bocinero», que saltó en tercer lugar, no le permitió lucirse en el recibo a Tomás Rufo, pero sí apretó en el caballo. De hinojos en el tercio, lo citó de largo arrancándose pronto para torearlo en redondo. En la siguientes series hubo derechazos de buen trazo y profundidad. El toro estaba justito de raza y fuerza , por lo el diestro toledano se metió más en los terrenos de su oponente. El de Victoriano del Río lo cogió de fea manera mientras toreaba por el pitón izquierdo. Sin querer ir a la enfermería, volvió a la cara del animal para continuar al natural totalmente roto y muy de verdad, pero a este ya le costaba tirar hacia adelante. Un epílogo con mucha emoción en los tendidos. Mató de media estoca rotunda y paseó una oreja.

Por delantales saludó Rufo a «Ebanista», que no quería quedarse en el percal. Tenía la puerta entreabierta así que con mucha firmeza comenzó con estatuarios. El de Pepino lo condujo por bajo en las siguientes series con ligazón y largura. Intentó empujarlo, aunque fue acortando el recorrido. Tras un desarme, la faena se fue diluyendo pese a la seriedad con la que anduvo el torero.

«Disparate», que hizo segundo, puso en apuros a José María Manzanares de salida. Se empleó en los dos puyazos. Con unas estéticas trincherillas se lo sacó hacia los medios. Lo toreó en redondo por abajo con mucha suavidad, llegando mucho desde la primera tanda. El de Victoriano del Río embistió con clase y humillación y el torero alicantino aprovechó esas cualidades que le brindó por el pitón derecho. Por el izquierdo, iba más andado. Prosiguió para rematar con una serie más de derechos muy despacio y con largura. Dejó una media estocada que fue efectiva, lo que hizo que perdiera un posible premio.

«Corchero» estuvo a punto de coger en la salida a Manzanares. Este quinto también empujó en el peto. Fue un toro exigente y con genio al que le intentó limpiar los muletazos. Por el pitón izquierdo, tuvo más ritmo y humillación, pero la labor no tomó vuelo. Erró con la espada.

«Bocinero», que saltó en tercer lugar, no le permitió lucirse en el recibo a Tomás Rufo, pero sí apretó en el caballo. De hinojos en el tercio lo citó de largo arrancándose pronto para torearlo en redondo. El toro estaba justito de raza y el diestro toledano se metió más en los terrenos de su oponente. El de Victoriano del Río lo cogió de fea manera. Sin querer ir a la enfermería, volvió a la cara del animal para continuar al natural totalmente roto y muy de verdad, pero a este ya le costaba tirar hacia adelante. Mató de media estoca rotunda y paseó una oreja.

«Maleado», que abrió la tarde, fue protestado de salida y pasó sin entregarse en el capote de Sebastián Castella ni en el peto. Le cogió el pulso y las distancias desde el primer momento, incluso batallando con el viento. Cuando quiso armar ya la faena en la tercera serie, se puso reservón y se vino abajo. Tuvo que abreviar.

El cuarto, «Bolero», salió desentendido y aquerenciado. Castella espoleado por lo realizado anteriormente por sus compañeros, brindó al público. Se puso a torear sin probaturas con pases por alto, por la espalda y en redondo, metiendo bien la cara el astado. Le exigió desde la primera serie, algo que acusó pese a la calidad de su embestida. El francés tuvo que acabar en las cercanías con mucha firmeza. Lo mató de una estocada.

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Sexta de la Feria de San Isidro. Cartel de «No hay billetes». Toros de Toros de Cortés (1º) y Victoriano del Río, desiguales de presentación y juego. 1º, sin humillación y parado; 2º, con clase y humillación: 3º, justo de raza; 4º, noble aunque justo de raza; 5º, encastado; 6º, complicado.
Sebastián Castella (de marino y oro), silencio y ovación con saludos tras aviso.
José María Manzanares (de marino y oro), ovación con saludos y silencio.
Tomás Rufo (de marino y oro), oreja y silencio.
Incidencias: Tras finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Joselito El Gallo por el 104 aniversario de muerte.
Saludaron Sergio Blasco y Fernando Sánchez tras banderillear al tercero; José Chacón en el cuarto; y Daniel Duarte y Fernando Sánchez, en el sexto.