Portada » Borja Jiménez, a sangre y fuego en Pamplona

Borja Jiménez, a sangre y fuego en Pamplona

El torero sevillano, que le cortó las dos orejas al sexto, cambió la Puerta Grande por la de la enfermería por una grave cornada en el muslo derecho

Borja Jiménez asumió el importante compromiso que tenía desde trenzó el paseíllo. Volvía a Pamplona tras ganarse por méritos su puesto tras una seria actuación frente a una dura corrida de José Escolar en los sanfermines del pasado año y, además, debía reivindicar su cetro conseguido en Madrid. La conquista de la plaza navarra rondó entre la tragedia y rotundidad. Se hizo con dos orejas incuestionables, pero que pagó con tributo de sangre. Borja Jiménez ha llegado para quedarse. Compartió cartel con Fernando Adrián, que obtuvo un trofeo en un digno debut, y Diego Urdiales, que sembró la faena con más aroma de la tarde frente al primero, pero que no refrendó con los aceros.

«Capitán», con 630 kilos en la romana, metió bien la cara en los lances de Borja Jiménez. Firmó un inicio de faena vibrante toreando en redondo de rodillas con un toro que se arrancó de lejos con emoción. Ese celo lo mantuvo en las primeras tandas en las que Borja toreó con verticalidad y temple. Poco a poco fue perdiendo fuelle y amagó por rajarse por lo que optó por plantar batalla en las cercanías. Abrochó la faena de rodillas cerca de tablas. Pinchó en en el primer encuentro. Sabedor de que aún podía tener en sus manos las dos orejas, se tiró a matar o morir. El pitón del de La Palmosilla penetró en el muslo derecho. En un arrebato de raza, permaneció en el ruedo queriendo ver si caía su rival. El torero tuvo que ser cargado hacia la enfermería mientras perdía el conocimiento. La plaza estalló pidiendo las dos orejas, que tuvo que pasear su cuadrilla.

Antes Borja Jiménez había recibido a portagayola a «Ilustrado», que hizo tercero, para proseguir ya en pie con delantales. Sentado en el estribo, comenzó la labor frente a un animal que pasaba sin humillar y tenía una embestida irregular. Mostró disposición en todo momento para que la labor tomara vuelo. La estocada cayó tendida.

Quien acarició un posible doble premio también fue Diego Urdiales con «Gallardio», que abrió plaza, Saltó al ruedo muy suelto, pero empujó en el peto en primer puyazo. Tras el brindis, lo sacó hacia los medios con trincherillas muy toreras. El de La Palmosilla fue un toro bravo y con emoción al que condujo con mando la diestra en dos primeras tandas en las que hubo mucha profundidad. Los naturales, intentando ligarlos, gozaron de clasicismo y pureza, llevándolo por bajo. El torero de Arnedo volvió al pitón derecho ante de irse a por la espada firmando otra tanda con rotundidad. Una faena importante que no remató con la suerte suprema.

«Escandaloso», que no estaba sobrado de fuerzas, pasó sin entrega en los primeros tercios. Diego Urdiales lo empujó para que rompiera hacia adelante, pero no fue tarea fácil. El astado fue muy deslucido y reponía pronto. Con el magisterio de su zurda, logró dibujar naturales muy meritorios. Después de dos series, se empezó a quedar corto y a desentenderse de muleta, estando más pendiente del propio diestro.

Fernando Adrián recibió con un farol de rodillas y unos bonitos delantales a pies juntos a «Papelón», el toro de su debut en Pamplona. Quitó Borja Jiménez en los medios por chicuelinas. Sin probaturas y aprovechando la inercia del animal, se puso a torear el madrileño. Estuvo muy seguro con un toro nada fácil. Tomándolo en corto, prolongó la embestida en series en las que intentó hilvanar los muletazos. En los últimos compases, se quiso rajar, pero los sostuvo para finalizar por bernadinas. Pinchó antes de dejar una buena estocada.

Al quinto, «Chistoso» de nombre, lo saludó con unas verónicas cadenciosas ganándole terreno. Fernando Adrián le brindó a Daniel Azcona, torilero de la plaza. Se colocó en el centro del platillo para iniciar con pases cambiados por la espalda. Apostó mucho con un toro con mejores inicios que finales. Basó la labor en la mano izquierda, queriendo corregir los defectos de su oponente. Mató de una estocada efectiva y paseó una oreja.

Ficha del festejo:
Plaza de toros de Pamplona. Tercer festejo de la Feria del Toro. Cartel de «No hay billetes». Toros de La Palmosilla, desiguales de presentación y juego. 1º, bravo y con ritmo; 2º, con movilidad, pero con poca clase y transmisión: 3º, sin humillación; 4º, deslucido; 5º, noble; 6º, con ritmo y transmisión.
Diego Urdiales (de verde esperanza y oro), silencio tras aviso y silencio.
Fernando Adrián (de blanco y plata), silencio y oreja.
Borja Jiménez (de berenjena y oro), silencio y dos orejas.