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Ventura pone la emoción y Ginés Marín la firmeza

El rejoneador emborrona con el rejón de muerte una gran faena, mientras que el torero extremeño vuelve a dar una gran dimensión

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Diego Ventura ha acariciado esta tarde en Las Ventas su puerta grande número 19. La suerte no le ha acompañado en la suerte suprema, que le robó un trofeo del primero y muy posible las dos orejas cuarto tras una gran faena. Aún tiene posibilidad el próximo sábado de batir ese récord. Además del rejoneador, la corrida mixta tuvo otro protagonista, Ginés Marín. El diestro extremeño volvió a dar una extraordinaria dimensión una tarde más con dos toros complicados a los que se impuso.

Diego Ventura colocó un rejón de castigo a «Bolillero», que abrió plaza. A lomos de «Fabuloso» toreó a dos pistas dando la vuelta al ruedo dejándoselo llegar mucho. Con «Bronce» siguió apostando en las cercanías clavando con magisterio. Cerró sobre «Guadiana» poniendo tres cortas al violín y dos rosas en el centro del platillo. Tenía la oreja en sus manos, pero el rejón cayó trasero y no fue todo lo efectivo que se deseaba.

A «Olvidado», que lo recibió sobre «Velázquez», le clavó Ventura dos rejones de castigo. Con «Nómada» puso la torería con el toreo a dos pistas. Citó de largo al toro para clavar con soltura. Otra más, dejándoselo venir y haciendo piruetas en la cara del astado. A lomos de «Lío «pisó terrenos comprometidos. Terminó de desatar la locura con «Bronce» en un par de banderillas a dos manos con la cabezada quitada. El rejón de muerte emborronó su gran actuación.

Ginés Marín dejó bonitos lances en el recibo a «Zocatín», que no se empleó en el caballo. Inició la labor al natural, ya que por el pitón derecho se le colaba y era muy incierto. Aún así, con firmeza lo condujo con la diestra, abriéndole los caminos. Volvió con la zurda para dejar naturales de uno en uno meritorios ante los parones del animal. Abrochó de nuevo con derechazos, metiendo por momentos al animal en canasto. En las cercanías firmó el epílogo con circulares invertidos. Mató de estocada corta y descabello.

«Atleta», que cerraba plaza, fue muy protestado y blandeó por lo que el presiente sacó el pañuelo verde. En su lugar saltó al ruedo «Lector», del hierro de José Vázquez, que salió muy suelto y también rehusó de la puya. Ginés Marín brindó a su anterior mentor, el maestro Curro Vázquez. Pronto se puso a torear muy asentado y con verdad, pese al incómodo viento. Los naturales tuvieron buen trazo, intentando ligar y prolongándolos con una embestida con mejores inicios que finales. Los mejores pasajes llegaron con la mano diestra con mucho mando.

«Alegría», que hizo segundo embistió con celo y humillación en el capote de Cayetano. Comenzó genuflexo para sacarlo hacia fuera. Tomó la izquierda sabedor de que era el pitón más potable. El de Montalvo llegó al último tercio acusando la falta de fondo y acortando cada vez más el recorrido. Mató de pinchazo, estocada y descabello.

«Pernales» salió midiendo mucho y sin permitirle lucirse de capa a Cayetano. Quitó Ginés por el palo tradicional. El de Montalvo tuvo movilidad y transmisión, pero el diestro no terminó de cogerle el sitio y el viento le molestó.

Ficha del festejo
Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Decimoquinta de abono. Toros de El Capea (1º y 4º) y Montalvo, el 6º como sobrero de José Vázquez, bien presentados y de juego desigual. 1º, encastado; 2º, falto de fondo; 3º, falto de raza y de embestida informal; 4º, noble; 5º, con movilidad y transmisión, 6º, complicado.
Diego Ventura, silencio y ovación con saludos.
Cayetano (de aguamarina y azabache), silencio y silencio tras dos avisos.
Ginés Marín (de verde y oro), ovación con saludos tras aviso y palmas.