2023: Una temporada de hitos y despedidas

Morante, El Juli, Daniel Luque, Roca Rey, Fernando Adrián o Borja Jiménez han sido algunos de los nombres propios de este año

2023 echa el cierre en unas horas y toca hacer balance de una temporada que ha estado marcada por importantes hitos, faenas de gran calibre, revelaciones de toreros que tienen mucho que decir y de emotivas despedidas.

Morante de la Puebla hizo historia la tarde del 26 de abril en Sevilla tras cuajar una sublime faena y cortarle el rabo a «Ligerito», de Garcigrande. Un suceso que no ocurría en la Real Maestranza desde hacía cincuenta y dos años y un día cuando Ruiz Miguel paseara el último de un toro de Miura. Un recital de toreo competo, lleno de torería y cadencia, que culminó con una estocada en todo lo alto. Morante fue encumbrado por la Puerta del Príncipe hasta el Hotel Colón.

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Fernando Adrián dio el campanazo en Madrid tras salir dos veces en hombros de Las Ventas. El diestro madrileño se alzó como triunfador de la Copa Chenel de 2021 y se ganó un puesto en los carteles de la Feria de San Isidro del pasado año. Gracias a ello, pudo confirmar la alternativa, dejando gratas sensaciones, lo que le valió volver a estar anunciado el pasado 31 de mayo. Adrián firmó una gran actuación frente a toros de Santiago Domecq, a los que les cortó una oreja a cada uno de ellos. Como uno de los triunfadores del ciclo isidreño, trenzó de nuevo el paseíllo en Madrid el 17 de junio en la Corrida de la Beneficencia. Mostró su mejor versión frente a «Secuestrador», de Juan Pedro Domecq, al que desorejó. Esos dos triunfos sólo le valieron para acabar la temporada con 14 festejos y 14 puertas grandes.

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La Copa Chenel fue el escenario en el que dejó su semilla Borja Jiménez en una temporada cargada de tardes muy especiales. Hizo su primer paseíllo este año en Las Ventas el 9 de abril, Domingo de Resurrección, para confirmar la alternativa. Una semana después, hizo lo propio en La Maestranza. Dos tardes en las que dio la cara frente a tres toros que no le ayudaron para triunfar. Sí dio una vuelta al ruedo el 16 de julio en su segunda comparecencia en Madrid con ganado de Robert Margé. En la tercera, el 8 de octubre, germinaron todas esas llamadas de atención. El torero de Espartinas estoqueó tres toros de Victorino Martín al caer herido Román. Tres faenas en las que dio una gran dimensión y se vio un toreo maduro. Borja Jiménez paseó un apéndice de cada uno de ellos abriendo su primera Puerta Grande en Madrid.

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Entre el triunfo y el drama rodó el año de Roca Rey. El 21 de abril por fin cumplió ese sueño que tanto se le resistía. Le cortó tres orejas a su lote de astados de Núñez del Cuvillo y salió por la Puerta del Príncipe, mientras que en la Corrida In Memorian de Madrid paseó un trofeo de peso. Por el contrario, en Santander volvió a nacer gracias al quite providencial de Cayetano. Días después, derramó su sangre también en El Puerto de Santa María. Concluyó siendo el líder del escalafón con 58 festejos y sumando 115 orejas y 4 rabos.

La temporada de Daniel Luque ha sido incontestable, pese a que se truncó el 11 de agosto en El Puerto de Santa María cuando un toro de Montalvo lo hirió de gravedad y, a partir de ahí, arrastró una lesión por la que finalmente tuvo que parar. No obstante, no quiso perderse el adiós de El Juli en Sevilla, donde rozó la Puerta del Príncipe al igual que lo hizo el 20 de abril con una excelsa faena a un astado de El Parralejo. Algo similar le ocurrió en San Isidro, con la diferencia de que fue el palco quien se la cerró. Sus salidas en hombros se cuentan por doquier: Castellón, Alicante, Azpeitia, Mont de Marsan, Dax o Pontevedra entre otras.

Emilio de Justo demostró estar en plenitud después del gravísimo percance que sufrió el año pasado en Las Ventas y que lo tuvo apartado durante meses de la profesión. Sevilla fue la primera parada de su espectacular temporada. Como prólogo desorejó a “Filósofo”, un bravo ejemplar de Olga Jiménez, al que le realizó una faena compacta y armónica. En Madrid tocó el cielo con «Valentón», de Garcigrande. Luego llegarían las puertas grandes de Mont de Marsán, Huesca, Málaga, Almería, Cuenca, Zaragoza o Jaén o faenas para el recuerdo como las de Bilbao, Dax o Albacete.

Una de las faenas de la temporada se registró en Valladolid de la mano de Juan Ortega. Una tarde redonda en la que cortó cuatro orejas ante un encierro de Núñez del Cuvillo. La auténtica obra la esculpió con «Belicoso», un toro deslucido con el que estuvo a un nivel artístico superior. Desbordó plasticidad, templanza y un aroma del cual se ha quedado impregnado el coso del Paseo de Zorrilla para la eternidad.

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Alejandro Talavante ha vuelto por sus fueros recuperando poco a poco el sitio que tenía antes de su repentina retirada allá por 2018. Dio muestras de ello en su apertura de temporada en Olivenza y despejó todas las dudas con sus puertas grandes de Bilbao o Zaragoza, no antes sin tocar pelo en Sevilla, Córdoba, Nîmes, El Puerto de Santa María o Valencia.

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Tomás Rufo volvió a abrir su segunda Puerta del Príncipe consecutiva. La joven promesa, que cuajó el año anterior una temporada excepcional, ya es una realidad. El torero de Pepino puntuó en todas las plazas de gran relevancia en las que actuó como Madrid en sus dos comparecencias, Pamplona, Zaragoza o Nîmes, donde paseó el doble trofeo. Por otra parte, salió en hombros de cosos como los de Castellón, Granada, Santander, Pontevedra, Gijón o Talavera de la Reina.

Diego Ventura continúa imparable un año más. Sus números son apabullantes. Acabó segundo en el escalafón con 40 festejos en los que cortó 104 orejas y 16 rabos. Paseó los máximos trofeos en plazas como Huelva, Cuenca, Murcia, Zafra o Jerez, donde se encerró con seis toros para conmemorar sus 25 años de alternativa. Pero si Ventura vivió una tarde especial esta temporada fue la del 20 de mayo en Las Ventas, cuando retiró a su caballo «Nazarí» con 24 años.

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Es de justicia señalar otros nombres como los de Ginés Marín, que rozó su primera Puerta del Príncipe y cortó oreja en Madrid, San Sebastián, Bilbao o Zaragoza; Manuel Escribano, que estuvo sublime frente a los del hierro de Victorino Martín y Miura en la Feria de Abril; Guillermo Hermoso de Mendoza, que por tercera vez salió en hombros de La Maestranza; Diego Urdiales y Pablo Aguado, que plasmaron faenas para paladear; o José María Manzanares, que la temporada de su 20 aniversario de alternativa estuvo marcada también por un parón a causa de una lesión cervical.

Mientras se estaba elucubrando sobre la confección de los carteles de las primeras ferias importantes, López Simón sorprendía una noche de enero con una carta en la que se despedía de la profesión. El diestro madrileño, que tomó la alternativa en 2012 en La Maestranza, se fue en silencio, pero en su haber cuenta con cinco Puertas Grandes en Madrid. La temporada de 2015 fue la que despegó y en la que sumó tres de ellas. La primera, el Día de la Comunidad con toros de Montealto; la segunda, en San Isidro con un encierro de Las Ramblas; y la tercera, en la Feria de Otoño, frente a los de la divisa de Puerto de San Lorenzo.

En el ecuador de la temporada anunciaba su despedida de los ruedos Julián López “El Juli” mediante una carta. Aquel niño que todo el mundo recuerda que no asomaba por el burladero de la plaza de toros de Chichón logró estar 25 años en la cumbre en los que ha demostrado un dominio total, una técnica aplastante y en los que también ha habido una evolución constate de su toreo. El Juli se fue de la misma forma que vivió su carrera. De frente, dando la cara en las dos plazas más importantes. En Madrid, desorejó al quinto toro de Puerto de San Lorenzo, saliendo en hombros. Un día después, Sevilla lo despidió con honores en una tarde en la que estuvo como si se jugara los contratos del siguiente año. Con paso firme y con humildad abandonó La Maestranza sin cortarse la coleta.

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Domingo López Chaves, matador con un gran valor y técnica, encontró un hueco en su trayectoria en las mal llamadas “corridas duras”. Cebada, Cuadri, Victorino Martín, Miura o Adolfo han sido siempre claves en su tauromaquia. Su adiós en La Glorieta estuvo cargado de simbolismos. Se volvió a enfundar aquel traje celeste y oro con el que tomó la alternativa en la misma plaza hacía 25 años. El destino, y la caída del cartel de Morante, dejó la corrida concurso en un mano a mano con El Juli, lo que provocó que el primero y el último astado de su carrera fueran propiedad del maestro Capea. Esta vez, “Jabalino” llevaba el hierro de Carmen Lorenzo. López-Chaves salió en hombros junto a El Juli, tras un bonito corte de coleta por parte de sus dos hijos, en una de las mejores tardes que se recuerda en Salamanca.

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Manuel Díaz “El Cordobés”, torero mediático y con un carisma mayúsculo, ponía punto y final a treinta años de alternativa. La despedida tuvo lugar el 15 de octubre en Jaén y, aunque en lo artístico la suerte no estuvo de su parte con el lote que le correspondió, se fue arropado por el cariño de los aficionados y sus compañeros. Lo más importante, sin duda alguna, es que cumplió su sueño de que fuera su padre, Manuel Benítez, quien le cortara la coleta.

La vuelta de Sebastián Castella fue in crescendo desde que reaparecería el 7 de enero en una encerrona en Manizales. Su primer gran triunfo con el que reivindicó su sitio tuvo lugar en Las Ventas el 19 de mayo, donde lo bordó al natural frente a un toro de Jandilla. Tras conquistar Madrid, Sevilla cayó rendida ante él en la Feria de San Miguel. Su primera Puerta del Príncipe que logró con un toreo más maduro y artístico en una de sus mejores tardes.

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En diciembre de 2022 El Cid anunciaba su reaparición tres años después de que colgara el traje de luces. Su plaza, La Maestranza, lo vio reaparecer el 22 de abril, recibiéndolo con una gran ovación. El torero de Salteras se acarteló con los de la «A coronada», hierro que tantas tardes de gloria le ofreció en su etapa anterior. Dio una vuelta al ruedo con su primero y una oreja paseó del cuarto en el que firmó grandes naturales. Tras Sevilla, quedó solo ante una sequía de contratos. Culminó la temporada en Las Ventas el 12 de octubre como sustituto de Morante de la Puebla. Una tarde en la que plasmó su clasicismo.

Juan García «Mondeño» fallecía en la vísperas al Día de Reyes. Fue un matador de toros con una personalidad arrolladora, portador de un toreo de valor y vertical al que siempre le rodeó el misticismo. En el apogeo de su carrera, sintió la llamada de Dios y decidió ingresar en el convento burgalés de dominicos de Caraluega en 1963, tomando los hábitos un año más tarde. Su vocación por la Tauromaquia siempre estuvo presente por lo que salió de la orden religiosa y reapareció el 17 de marzo de 1966 reaparece en Lisboa. Estuvo en activo hasta 1970, actuando por última vez en Elda el 20 de septiembre.

La Maestra Nati nos dejaba el 16 de marzo. Aprendió el oficio en el taller José Uriarte, ubicado en la plaza de Santa Ana de Madrid, donde trabajaba su madre. Se especializó en capotes de paseo bordados a mano, pero confeccionó trajes de luces de varias generaciones de toreros. En 2019 recibió la Medalla de de Oro al Mérito en las Bellas Artes en Tauromaquia.

Daniel Ruiz Yagüe fallecía la madrugada del 18 de marzo cuando regresaba de Castellón después de haber lidiado allí un encierro. Era un erudito y apasionado por el toro bravo, convirtiendo su divisa amarilla y verde en una de las más importantes del panorama de la cabaña brava actual. En 1976 tomó la decisión de adquirir su ganadería con sangre de Santa Coloma de Coquilla. Diez años después, elimina todo al comprar 70 hembras y un semental de Jandilla. Perseguía la bravura y la clase en sus toros, siempre armónicos, bajos de agujas y con cuello largo.

El empresario, apoderado y ganadero, José Antonio Martínez Uranga, moría a finales de agosto. Gestionó plazas de la importancia de Las Ventas, Valencia, Zaragoza, Salamanca, Badajoz o Santander entre otras muchas. Dirigió las carreras de grandes matadores como Paco Camino, Paquirri, José María Manzanares, Dámaso González, Pedro Gutiérrez “El Niño de la Capea” o Luis Francisco Esplá. Por otra parte, hizo su inclusión en el mundo del campo bravo con la divisa de Miranda de Pericalvo.